A pesar de que la Ley Ómnibus no siguió su curso, el Gobierno Nacional insiste en que firmas como el Banco Nación deben ser privatizadas. Para conocer si esta propuesta es factible en el contexto actual, y como afectaría a sus trabajadores y trabajadoras, dialogamos con Daniela Tocino, quien además de ejercer su labor en la institución es delegada gremial
Desde los primeros anuncios de Javier Milei, trabajadores y trabajadoras vienen realizando actividades simbólicas y asambleas en defensa del Banco Nación “Para nosotros es muy representativo. Yo llevo 11 años en el Banco y tengo compañeros que me contaron como en los 90 hicieron la junta de firmas y un abrazo simbólico” destacó Daniela, quien expresó que hoy nuevamente esa lucha se retomó.
La trabajadora señaló que, si bien puede haber errores y cosas a mejorar, el Banco Nación da ganancias en sus balances y tiene un carácter federal en cuanto a su función para la sociedad “es el banco de más de 15 millones de argentinos y argentinas, incluso de sectores más vulnerables”. A esto añadió también que el sector productivo como las PYMES, han recibido líneas de crédito al menos un 83 por ciento de las mismas.
El Banco Nación se encuentra actualmente encabezando rankings de rentabilidad, por sobre otras entidades financieras. El argumento del presidente Milei cuando se le consultó por la intención de privatizar, fue que estos números se duplicarían si fuese privado. En contramano con estos dichos, Daniela señaló “la lo9gica es esa la rentabilidad por sobre todas las cosas, y dejar de lado lo que es que nos dicen cuando entramos a trabajar, que es que el Banco tiene una función social”.
