Luego de que estuviera desaparecida durante 27 días, tras el hallazgo de un cuerpo, ayer se confirmó el último femicidio en Argentina era el de Araceli, quedando bajo un manto de sospecha los efectivos de la comisaría de San Martín que realizaron la investigación debido a las graves irregularidades detectadas durante el proceso.
En Sin plumas en la lengua, se dio un diálogo entre María Arrieta y Dolores Córdoba, militantes feministas e integrantes del Ni Una Menos San Juan, sobre la forma en que el Estado desoye y no se hace cargo de su accionar en los casos de femicidio.
«Cada femicidio es una historia y el de Aracelia tiene muchas cosas para pensar», comenzó diciendo Córdoba, a lo que luego agregó: «Llevaban 26 días desaparecidas cuando encontraron su cuerpo, y el Estado, en este caso la policía y la Justicia, no había podido encontrarla. Araceli aparentemente había sido asesinada muy poco después de que desapareció por un tipo o más, porque ahora hay 6 detenidos varios de acusados de homicidio agravado y dos de encubrimiento. El cuerpo se encontró porque ayer fueron con perros a buscarlo, lo cual da el indicio de lo que las feministas siempre decimos que en realidad no buscan, no se preocupan y no les calienta, no sólo la policía ni la Justicia sino también a los medios de comunicación».
«Las feministas estallamos cuando apareció la noticia del hallazgo en los medios, los cuales en realidad no se habían hecho eco de la búsqueda» es la crítica que surge del uso mediático machista que se hizo del último caso de femicidio en Argentina. Luego de un mes de abril con 26 femicidios en 26 días que hubo en el país , desde el feminismo consideran que «a la sociedad argentina y al Estado no le importan las mujeres».
Uno de los logros de la etapa anterior había sido la aplicación de ley de educación sexual integral como una cultura de prevención de la violencia contra la mujer, sin embargo «este gobierno provincial no la implementó nunca», y el «gobierno nacional de Macri ha ido quitándole presupuesto y vaciando el programa de educación sexual integral».
Por último, María Arrieta conminó a «cada uno o cada una en sus casas ir metiendo que la víctima nunca es culpable, sino que hay toda otra cuestión estructural de machismo, de cómo construimos una sociedad que genera que los hombres se crean con derechos sobre la vida de las mujeres».
