En Sanjuas por el Mundo tuvimos el agrado de conversar con Adriana Hidalgo, quien vive en Andorra, un país ubicado entre Francia y España. Adriana nos relató su experiencia en territorio ibérico, lo que más disfruta hacer y lo que extraña de nuestra provincia.
Andorra es un país joven y pequeño, con una población relativamente baja. En medio de la crisis del COVID-19, tuvieron que lamentar el colapso de su único hospital, pero Adriana destacó el “respeto” de la ciudadanía, que cumplió con la cuarentena a pesar de que no se tomaron medidas gubernamentales al respecto.
“Hace un año y medio que estoy acá, mi cabeza se está acomodando física y psíquicamente”. Ella es sanjuanina, pero a sus 23 años se fue a vivir a Buenos Aires, hasta que en el 2015 se despertó su deseo de conocer y radicarse en España. En el 2018 viajó a Barcelona “ahí empezó una nueva etapa de mi vida”.
El 15 de marzo del 2018 llegó hacia su actual país, “un amigo de mi papá conoció Andorra y le comentó a mi papá”. De a poco consiguió trabajo, algo que le costó mucho porque normalmente la gente que no es del lugar suele ser contratada en temporadas invernales. Para trabajar le pedían 6 años como mínimo de experiencia en una misma especialidad “y que esté comprobado por todas mis nóminas, y a su vez que todas mis nominas estén certificadas por un escribano”.
“Al principio vivía en un lugar que no me gustaba, que era para compartir”. Actualmente ya consiguió su espacio personal “tengo mi pequeño departamentito enfrente de la montaña, con una vista espectacular”.
Su primer recuerdo fue que llegó desabrigada a España y sintió frío y “vi las montañas muy cerca”. Una de las cosas que más le llamo la atención de Andorra fue las numerosas perfumerías y casas de moda.
Recordó que fue bien recibida, a pesar de algunos dichos sobre que la gente del lugar es más reacia. Tampoco tuvo personas conocidas en el lugar, por lo que tuvo que experimentar de cero “no esperaba mucho porque la gente no te conoce. Es el precio que tenés que pagar cuando te vas a un país nuevo”.
“En cuanto al estilo de vida no encontré muchas diferencias con España o Argentina” pero si marcó la diferencia en cuanto a la limpieza del lugar y la seguridad “puedo salir a las tres de la mañana y no me pasa nada”.
