En Sin plumas en la lengua hablamos con Gabriela Balmaceda, integrante de la Asamblea Jáchal No Se Toca, sobre su participación en el 27° Encuentro de la UAC, que se realizó en La Rioja. Allí se trataron temas como territorios en lucha, problemáticas del extractivismo y compañeros judicializados.
Balmaceda expresó: «Cada territorio viene con su problemática y charlamos estrategias de lucha de cada lugar. Ahora con esta política de Macri todas las leyes que habían salido a favor de la tierra, como en Esquel, Córdoba o La Rioja, están queriendo ser levantados para que las empresas mineras entren a seguir saqueando. Por ejemplo comentaban en Fiambalá que hicieron una ruta que ya estaban entrando camiones. O acá en Jáchal tenemos un serio problema con el tema de la contaminación que Barrick hizo en nuestros ríos y hay más empresas instalándose en nuestra cordillera”.
Otra cosa que destacó la asambleísta es que en la UAC se hizo hincapié es en la criminalización de la protesta. “En Chilecito y Famatina hay 74 compañeros imputados esperando. La cuestión era organizar un grupo de abogados en el país para que empiecen a ver cómo están estos temas y que los compañeros no sean criminalizados”, comentó Gabriela Balmaceda.
Sobre lo que pasa en estos encuentros, dijo: “El clima de hermandad que se forma es muy gratificante para el alma. Ver a compañeros que están dispuestos a dar la vida por defender la tierra y el agua, la gente, porque uno defiende hasta a los que no creen que estas empresas contaminan porque los riesgos que uno corre son grandes”.
El panorama en Jáchal
Para la asambleísta, la situación es desoladora. “El gobierno y Barrick, que es lo mismo, están comprando la conciencia de la gente, están yendo casa por casa, haciéndote un baño si no tenés, prometiendo nuevos trabajos con los nuevos emprendimientos mineros. La gente de la Asamblea nos sentimos por ahí bastante solo porque la gente no sé si no toma conciencia, pero como que cree que si toma agua ya y no pasa nada, no está viendo a futuro lo que va a ocurrir, la necesidad hace que apaguen la conciencia y no piensen que lo que está pasando ahora va a ser devastador para Jáchal. Tenemos los análisis que demuestran que el agua está contaminada, sin embargo la gente le cree más a las autoridades políticas que a los de la carpa”.
