Para ampliar la lectura de casos emergentes como el de Fernando Báez Sosa, Ale Palacio y Germán Montoya, en el programa Sin Plumas de Verano, tomaron la voz de Norma Aubone, psicóloga e integrante del Foro de Salud Mental y Derechos Humanos.
Aubone apostó a la observación detrás de la causa del crimen a Fernando. “Uno de los componentes es el discurso de odio”. Se trata de la idea de “cancelar” a otro, distinto a uno, ya sea por su clase social, por sus ideales, por su manera de vestir, por sus creencias, etc. “Es así que el otro puede ser demonizado verbal o físicamente, y si no prestamos la suficiente atención, ocurren este tipo de situaciones”, sumó Norma.
Por otro lado, Norma planteó que otra arista a tomar en cuenta es el conflicto de clase. Es en este campo de lucha, sobre el que tantos autores se han expresado, donde entran en juego conceptos como dominación, cultura, dinero, poder, violencia, falta de empatía e impunidad. “Estamos frente a una dominación masculina, que ejerce poder a través de la máxima violencia”.
Es menester recordar que los agresores de Fernando fueron jugadores de Rugby. Desde ese lugar, la licenciada en Psicología apuntó a los entrenadores y adultos que guían a la juventud que practica ese deporte. “Los jóvenes deben ser acompañados por maestros, que además de enseñarles qué hay que hacer adentro de la cancha, sean responsables de acompañar y moderar, desde el deporte, las pulsiones e impulsos que no son impropias de los chicos. El deporte debe potenciar la salud, tanto física como emocional y, sobre todo, estimular la empatía”.
Norma Aubone, Lic. en Psicología
“El elemento básico es la empatía. Si estás en un juicio y verdaderamente no tenés consciencia de los daños que produjiste, no se puede visualizar una reparación individual o colectiva”.
Aubone no dejó de lado el machismo en su análisis y explicó que “los varones también son víctimas del machismo. Es que, así como las mujeres y las diversidades, los hombres son atravesados por la estructura patriarcal y las representaciones sociales que tanto daño ejercen. Más aún dentro del mundo del Rugby, donde el disciplinamiento, el sometimiento a “rituales” y la medición de masculinidad a través de prácticas violentas son cotidianas”.
Para finalizar, Norma afirmó que “es de vital importancia que la sociedad asuma su responsabilidad como modeladora de jóvenes. Cada una de nuestras acciones interviene para sostener discursos de odio, para establecer roles, conformar estratos sociales, entre otras. La consciencia debe ser de la sociedad toda”.
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