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En el marco de la XXI conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), el ministro de Desarrollo Productivo Francisco Cabrera anticipó dos medidas: la primera vinculada a que quedará sin efecto el régimen que obligaba a las compañías a brindar información al estado sobre su estructura de costo, márgenes de ganancia e información vinculada a la formación de precios y por otro lado la eliminación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).
Daniel Moreira, secretario de la Asociación PYME, expresó en conversación con Radio Estación Sur: “El impacto de las medidas de la apertura de las importaciones va a ser directo y dramático, las mercaderías que van a entrar serán en el mejor de los casos con muchísimo menos valor por una cuestión de producción. Hace un par de años el mundo viene con una economía a la baja, no hay a quien venderle porque no hay quien compre, con lo cual hay un mundo deseoso de nuevos mercados”.
“La DJAI podemos decir que era una invento argentino que nos sirvió para poder preservar nuestro mercado interno y hoy por hoy la decisión política es otra, el signo político es otro, entonces el impacto para las pymes va a ser directo y medianamente rápido. Será una expulsión de mano de obra en principio y quiebra de las mismas en un término más largo”, agregó.
Moreira recordó que en los ’90 sucedió exactamente lo mismo: “Lo que genera es una espiral que se cierra para adentro, la cual termina implosionando porque a menor trabajo en función de mano de obra, hay menos plata en el mercado y ya no es nada más que lo que se venda en las pymes, sino que ya no va a poder vender el verdulero, el carnicero y demás porque no habrá plata para comprar. De hecho estamos viendo aumento en un montón de productos ante la duda y todavía no tenemos el tan famoso sinceramiento de precios que no es ni más ni menos que un ajuste”.
El anuncio realizado ante la Unión Industrial Argentina no fue casual. La medida permite 18 mil productos, de un total de 19 mil, ingresen al país automáticamente. En ese sentido, el secretario señaló: “Las grandes empresas que están en el país, que tienen un mercado concentrado en varios rubros, no les conviene fabricar el producto acá porque nuestra mano de obra es cara, dicen y que seguramente lo es, comparado en el mundo debido a que tenemos un mercado interno que funciona, al menos hasta hoy”, y alertó: “El producto que acá le es caro, lo van a importar directamente desde sus otras sucursales donde es barato producir y listo. Expulsan mano de obra local, el producto lo tienen igual y siguen siendo abastecedores del mercado. Un sector muy pequeño sale beneficiado con esto. Es como lo que se anunció en Pergamino ¿beneficia al campo en general?, no. Beneficia nada más que a las grandes cerealeras y corporaciones que son las acopiadoras de granos, pero al pequeño productor agrario lo perjudica”.
Moreira advirtió que el problema no es solo la devaluación, recordó que se va a implementar una quita de subsidios a las tarifas de energía: “El 75% de la energía subsidiada era para industrias y pymes, con lo cual la fabricación de cualquier materia prima que obviamente necesita de energía, va a salir más cara también”.
“Es muy difícil cuando la mentalidad del gobierno es que los costos laborales y la mano de obra son un gasto más dentro de la producción. Hay un problema social que ellos no van a atender claramente”, concluyó.
Fuente: “El impacto de la apertura de las importaciones va a ser dramático”
