Nuestro movilero comunitario, Alejandro Palacio, visito a Beti Cuello, hija de María Luz Cuello quien puso a disposición su casa un 3 de julio de 1953 para que vecinos y vecinas pudieran formar el Club Atlético Juventud del Abanico.
“Los compañeros de mis hermanos le pidieron permiso a mi madre y dijeron `vamos a formar un club para ir a Mendoza´ y bueno, mi madre les dio permiso y ahí se formó el club y una comisión” comento Beti.
Para Cuello “el Abanico ha sido lo más sagrado” y al día de hoy ve al club como un espacio de contención para sacar a los jóvenes de “las malas juntas”.