Las tierras que responden a un modelo empresarial de monocultivo, donde los fertilizantes y agroquímicos forman parte del negocio, han demostrado dar resultados peligrosos para el ambiente y para la salud de las personas, flora y fauna local.
Pero a esta lógica basada en la simple contaminación sin escatimar en la contaminación y sus riesgos para la población, aparecen numerosos sectores, que no concentran grandes sumas de capital, pero que brindan total relevancia al cuidado de las tierras, a cultivos ecológicos, al cuidado y fertilización natural, y a soberanía alimentaria de los pueblos por encima del negocio acumulativo.
Para hablar sobre esta alternativa agroecológica en nuestra provincia, conversamos con Juan Obredor, integrante de la Red de Consumo Sano, que nos habló de la importancia de producciones que respeten la naturaleza, y como este modelo penetra de manera positiva en la economía y estado de salud de las familias.