El 5 de septiembre el feminismo y la diversidad de nuestro país celebraron el decreto 721/2020 firmado por el presidente Alberto Fernández, donde se designó el cupo del 1 por ciento de los trabajos del sector público, a todas las personas transexuales, transgénero y travestis del país.
Esta medida responde a una larga lucha y para conocer su impacto conversamos con Verónica Araya, representante de la filial de ATTTA en nuestra provincia.
Acceso al trabajo, a derechos laborales, al desarrollo profesional. Parecen obviedades y luchas históricas que ya conquistadas por trabajadores y sindicatos. Pero la realidad muestra otra cosa para quienes transitan su vida siendo travestis, transgéneros y transexuales (el trabajo sexual, la peluquería y dejar de contar, son los ámbitos en los que se desarrollan económica y laboralmente este sector). Una demanda tan fuerte, se vio materializada estos días en un decreto que exige a las dependencias públicas al menos en el 1 por ciento de su capacidad laboral, a personas trans y travestis.
Celebrando esta decisión, Verónica Araya de la Red Nacional ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina), reafirmó “estamos hablando solamente de que se cumplan los derechos humanos”.
En nuestra provincia se innovó con esta medida en la Municipalidad de Capital, no obstante aún no han tenido ningún llamado y su aspiración es que se replique en todas las dependencias municipales, y que considere que el 99 por ciento de travestis y trans no tiene trabajo formal “vamos por más y vamos por todo los derechos”.
Vale recordar también, que existe el proyecto de Ley Integral Trans, donde se enfoca en el tema de salud, vivienda y trabaja “llevamos la diversidad en nuestro cuerpo por eso seguimos siendo las violentadas”.
