Noviazgos y vínculos sexo-afectivos “tóxicos”, dejar atrás niveles de enamoramiento e “ideales de pareja” son algunos de los temas que conversamos con la licenciada Ana Grynszpan en Sin Plumas en la Lengua, con el fin de repensar y proponer relaciones más sanas.
En primera instancia empezó distinguiendo amor de enamoramiento “el me gustó, ella me gustó, esto es normal y sano en los primeros seis meses” entendiendo que después de esos plazos empiezan a visualizarse diferencias y defectos “yo tengo un ideal de lo que es el amor”.
“Yo no soy una mitad de nadie, soy un entero y si busco a otro que cumpla mis requisitos, solamente estoy buscando una fotocopia de mi” y fortaleció la idea de aceptar al otro u otra, tal como es “el conflicto de utopía es el primer motivo por el que empieza el problema en una pareja”.
También se refirió a la importancia de hacer sentir bien a la otra persona, siempre que ello no afecte a uno o una misma. Además, priorizó en la importancia de hablar y decir que es lo que molesta o que es lo que se espera de la pareja “el otro es importante que a uno le explicite, y no estamos acostumbrados a explicitar, porque pensamos que el otro debería darse cuenta solo”.
“Hoy se están reconfigurando nuevas maneras de vivir” expresó Ana en relación a la diversidad de relaciones y de como rodea a la lógica de ser personas “mitad llenas mitad vacías y que algo tiene que completarme.
Sobre esta diversidad también se refirió a la relaciones abiertas o no monogámicas, y no confundir a ello con la infidelidad “la infidelidad no conlleva la responsabilidad afectiva”.
Para no dejar de lado el análisis de este tema en un contexto patriarcal, Grynszpan expresó que las relaciones se generan como una “adicción” o cierta dependencia de mujeres a sus parejas varones “es un camino muy largo salir de una relación toxica o un amor adictivo, pero la verdad es que si se puede salir”.
